domingo, 6 de octubre de 2013

7.Sirenas

7.Sirenas
-Ah, lo siento no vi que tenías compañía, como no sueles traer a nadie al instituto.
-Mama, ella es Maryssa Herondale, la hija de Jace.
-Ah, sí, he oído hablar mucho de tí, así que por fin conozco a la adorada hija de Jace Herondale. Es un placer- Y hizo una reverencia.
-Lo mismo digo, así que usted es Enma Carstairs,un gusto en conocerla, había oído hablar de ti, mi padre me ha hablado de ti varias veces, y sin duda eran buenos comentarios.
-Igualmente, siento haber molestado vuestro momento de intimidad-dijo Enma con un tono
bufón.
-Oh, si no nos has interrumpido en ningún sentido, simplemente teníamos pensado ir a desayunar algo ¿No es así James?
-Así es.
-Lamento decirte Mary, pero mi hijo no te acompañará a ningún lugar, tiene cosas que hacer antes de irse por ahí, entiendo que tengáis la necesidad de comer algo , pero …


-Y así continuó hablándome la madre de James, que si era el deber de su hijo permanecer allí encerrado, que debía hacer esto y lo otro que si bla bla bla hasta que me vi fuera del instituto llamándote para que me recogieras . ¡Ya entiendo el por qué no trae a nadie al instituto!

-Mary, no te pongas así. sabes perfectamente que el no trae a nadie al instituto por el hecho de que los mundanos, a no ser que se quite el glamour, no pueden ver nada del mundo de las sombras además dudo que él fuera capaz de invitar a nadie allí, no tendrían intimidad alguna ¡ y termínate el desayuno de una vez!

-En eso estoy Anne, pero tenía que contártelo todo con detalle ¿no?. Y no iba a esperar a estar en grupo junto con mis ‘’primos’’ -Mary tuvo que soltar su tostada y el café y dejarlos en la mesa para hacer el gesto de las comillas.- con Duke y mucho menos delante de ÉL- subió el tono de su voz en aquella palabra.

-Sé que debe ser duro enterarte de este tipo de cosas, haciendo hincapié en el hecho de que según tú un tío buenorro se ha plantado delante tuya, te ha besado y te ha dejado claro que seréis algo más.

-Uff, ya ves esa es la parte más dolorosa -le dijo en tono burlón a su amiga.- Es cierto que al principio pensaba que era una estupidez eso de que me iba a casar con alguien a quien no conozco, y no es que ya pueda decir que le ame, pero siento algo por él.
-Nena lo que tu sientes por él es atracción, según lo que me has contado, cualquier chica de instituto se volvería loca con un novio como él así que no me vengas que si es amor o no, tu lo que tienes son las hormonas revolucionadas y cada vez que ves a un tío bueno te derrites.
-Eso no es cierto, y lo sabes. Eres tú la que va babeándo por ahí, enamorada de un hombre-lobo que no te hace caso. Además sabes perfectamente que ambos clanes, los licántropos y el de las sirenas tanto el de las nereidas como el de las náyades no te permitirán tener ningún tipo de relación con él.
-Lo sé, y más teniendo en cuenta que provengo de una mezcla de ambas.
- Um ¿Qué quieres decir?
-Tu ya lo sabes, la diferencia principal entre las nereidas y las náyades, es un hecho, a ti te encanta la mitología por lo que ya lo debes saber.
-Sí, sé que la diferencia principal es que las nereidas son ‘’sirenas’’ del mar mediterráneo y que las náyades son ‘’sirenas’’ o ninfas como las llaman los humanos, de agua dulce. Y tu al ser una náyade es comprensible tu adoración con los chicos guapos.
-Ne, te equivocas, no soy una náyade, eso era lo que creía por el hecho de que soy bajita, y por mi supuesta adoración ‘’con mirar a los chicos’’ que tu sabes que se debe porque estudio la anatomía del cuerpo humano.
-No me vengas con excusas, continua.
- A ver, que yo creía que era una náyade porque las pruebas señalaban a ello, pero no lo soy, soy una híbrida, soy una mezcla,no sé cual de los dos era, pero solamente las sirenas de agua salada eran las que tenían poderes de adivinar el futuro, y las de agua dulce de poder trabajar con plantas. También está el caso de mi variación de estatura, cuando soy humana soy bajita, pero cuando soy una sirena, soy bastante ‘’alta.’’ Es cierto que no hay pruebas sólidas que lo demuestren, ya que mis padres me dieron en adopción y no dejaron ningún documento con algún nombre ni nada por el estilo.
-No te preocupes por ello, al menos tienes ese colgante. -El colgante al que Mary se refería era el único recuerdo de la madre de Anne. En forma de óvalo, color turquesa, con un dibujo de la cara de una antigua sirena muy famosa, Dafne.- Eso que tienes colgado en el cuello, amiga mía, será lo que te ayude a encontrar o al menos a saber quienes son tus padres.  Y haré todo lo que esté en mi mano para ayudarte, ni se te ocurra dudarlo.
-Nunca lo haría, sé perfectamente que siempre me ayudarás. Bueno, ¿nos vamos ya? Sabes que tengo que pasar por mi casa y cambiarme de ropa.
- Lo sé.

Ambas jóvenes se dirigían a casa de Anne, cuando llegaron no había nadie en ella, algo bastante normal ya que los fines de semana sus padres se iban de viaje por trabajo, Eric se iba a casa de un amigo y Anne seguramente se quedaría en casa de Mary.
-Siento el desorden.
-No pasa nada, si vieras como estaba mi casa ayer antes de que me fuera de ella, me dirías que estaba loca por no haberla limpiado antes de irme. -Ambas rieron ante la frase de Mary, pero no era lo mismo, lo sabían.
-En un minuto bajo, siéntate en el sofá.
La casa de Anne, era acogedora, con diseños asiáticos, paredes de papel, cuadros de dragones y de kanjis… Se podría decir con sólo mirar en ella que los que vivían allí no eran ingleses, o al menos no en su mayoría. La madre adoptiva de Anne, Sue Hinamori, era una famosa diseñadora de interiores y estudiaba en Francia cuando conoció al arquitecto Adam Wiles, y se casaron, pero Adam era estéril y no podía tener hijos, por lo que decidieron adoptar, cuando aparecieron dos jóvenes de dieciséis años frente a su casa dándole a su hija, ellos no pudieron negarse y la adoptaron. Poco después de la muerte de Adam, apareció Philip Smith que decidió llevarse a Inglaterra a su actual esposa Sue y a su hija adoptiva Anna Marie. Tuvieron un hijo, Eric, cuatro años menor que Anne. Eric era por el contrario de Anne, moreno, con el pelo negro de Sue y ojos verdes de Philip . Ellos no se llevaban muy bien, más bien eran lo contrario, Anne supo desde joven que no era humana, y a sus padres les costó asimilarlo pero al final la aceptaron tal y como es.
-Ya estoy lista.
-Woa- Le dijo Mary a su amiga.- Nena nos vamos a ver a el mago  Alaric, no a cenar con él en el Ritz.
Anne se había puesto uno de sus conjuntos favoritos, una camisa rosa chicle ajustada al cuerpo, con una falda corta de color blanco roto, acompañada de sus medias de la ‘’suerte’’ con estampados de flores al más estilo lolita, y una bailarinas a juego.
Anne era una fan completa del estilo lolita, pero no se puso ninguno de sus vestidos para ‘’no destacar demasiado’’ le dijo a Mary, y ella cuando escuchó eso le dijo que con su estatura y el tamaño de su pecho ya destacaba demasiado.  A lo que le respondió, << ¿Y tú crees que con tu larga cabellera rojiza al más estilo de Ariel no destacas?
Y así continuaron hasta que llegaron a la casa de Duke.
Tocan el timbre:
-¿Sí…? - Abrió la puerta el joven con cara de sueño. - Ah ¿Qué pasa chicas?
-Necesitamos que nos acompañes- le dijo Anne.
-Explícaros mejor, porque sabéis que paso de acompañaros a ir de compras.
-Lo sabemos Duke, pero no es por eso para lo que hemos venido, pero por la forma en la que nos has hablado últimamente me parece que cuando esto acabe no dudaremos en ir de compras contigo. Queremos, bueno mejor dicho quiero que me acompañes a ver a un brujo.
-¿¡Qué!? ¿Estas loca? Los brujos son peligrosos, quien sabe que te pueden hacer.
-Y a mi qué, necesito encontrar a mis padres, Duke, vosotros sabéis lo mucho que les adoro, y el mago Alaric es quien tiene una carta de mi madre para mí.
-Ah no no, no voy a ir a ver a un mago y menos al tal Alaric Keenesburg, antes prefiero comer carne cruda.
-Eh ¿Por qué no? ¿Keenesburg? ¿Se puede saber de qué lo conoces?
-¿Quieres que vaya a ver a un brujo bisexual famoso en Londres por hacer que la persona se quede inconsciente con la mirada? O bueno eso me han dicho.
-No nos vengas con ‘’o bueno eso me han dicho’’ porque sabemos que no es así. ¿Qué fue lo que te hizo para que le tengas tanto miedo a los brujos ? - Duke no contestaba, a lo que las neuronas de Mary se pusieron a funcionar. Y dio con la respuesta. - No me digas que fue él … quien…. - No pudo continuar la frase.
-Si, fue él quien me violó hace dos años.
Continuará...

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